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Martin Amado Martinez M. CNP: 11.806

miércoles, 16 de mayo de 2007

Altamira de Cáceres, en los andes barineses

En la ruta parameña hacia la Ciudad de los Caballeros de Mérida y a tan sólo 20 minutos de Barinitas, se encuentra la hermosa y pintoresca población de Altamira de Cáceres, enclavada en plena cordillera andina, debido a lo cual goza de un excelente clima y verdor. Allí el tiempo pareciera haberse detenido y para sentirlo, basta con examinar la arquitectura de sus casas, cuyos amplios y gruesos muros de bahareque y tapial resguardan cada morada; así como los grandes portales de madera, los cuales se logran asegurar con una viga horizontal. Vale mencionar los hermosos ventanales con espacio para sentarse en ellos y mirar hacia afuera, asegurados con trabajadas celosías; además del típico zaguán colonial, los techos de caña brava, coronados con el rojo fuego de las tejas; y el antañón empedrado que aún conservan algunas de sus pocas calles. Tanto los datos históricos, como la memoria colectiva de esta importante localidad, señalan que fue allí donde el 30 de junio de 1577 se llevó a cabo la primera fundación de Barinas, la cual fuera posteriormente mudada, en dos oportunidades. La primera, hasta la Mesa de Moromoy, en 1628 y posteriormente, en 1759, es llevado a cabo su asentamiento definitivo a las orillas del río Santo Domingo. ¿Por qué Altamira de Cáceres? Altamira de Cáceres debe su nombre al hecho histórico que señala, en torno de su fundación, que el capitán Juan Varela la llevó a cabo en nombre del también capitán Francisco de Cáceres, además vale destacar que esta localidad conforma, en conjunto con las poblaciones de Caldera y Barinitas, al municipio Bolívar del estado Barinas, aunque hace mucho tiempo pertenecía al estado Mérida y de allí que aún conserve muchas de las tradiciones andinas. El centro de la vida estudiantil altamireña gira en torno a la Casa de la Cultura, la cual lleva el nombre de Alfredo Arvelo Larriva, insigne poeta barinés, y que fue inaugurada el 16 de diciembre de 1978. Durante las tardes es común observar en ella bastante vida, por parte de los alumnos en su necesidad de utilizar la biblioteca que allí funciona, al igual que ocurre con la iglesia, la cual es plenada durante la celebración de la santa misa. Atractivos naturales... Los más notables atractivos, con que cuenta Altamira de Cáceres son del tipo natural, debido a que se encuentra prácticamente rodeada por un bosque húmedo tropical. Ello ofrece una perspectiva clara en cuanto a la nutrida diversidad biológica que allí se desarrolla. Al respecto vale acotar que según algunos estudios, del 100% de las especies de aves, que posee Venezuela, aproximadamente el 70% se encuentra en el estado Barinas. En sus áreas es común la práctica de observación de aves, actividad apreciada sobretodo por los visitantes extranjeros. A lo largo del trayecto, entre Barinitas y Altamira, resulta común ubicar al conocido Gallito de las Rocas. Tal y como suele ocurrir en la mayoría de asentamientos urbanos, alrededor de la Plaza Bolívar se erigen los establecimientos de mayor importancia y antigüedad, tal como la iglesia, la jefatura civil, una unidad educativa, la Casa de la Cultura, que también funciona como museo; además de restaurantes, bodegas, teléfonos públicos y la posada Cáceres. Los visitantes pueden escoger entre pasar el día, alejados del mundanal ruido citadino, además de conocer sobre la historia y habitantes de Altamira; en la Casa de la Cultura; o pueden también visitar la cercana población de Calderas, apenas a 20 minutos, bien sea para conocer allí el proceso de elaboración de la panela, o nadar las frías y frecuentadas aguas del río Calderas. La paradura del niño Entre las celebraciones populares y religiosas de mayor importancia, para los altamireños, se encuentra la conocida Paradura del Niño, a través de la cual realizan el pago de promesas y favores recibidos, mientras manifiestan su devoción cristiana. Es de fecha movible y debido a ello puede ser realizada entre el 26 de Diciembre y el 2 de Febrero, aunque vale destacar que su realización atrae la atención de los visitantes, quienes asisten provenientes de las diversas regiones del país. La actividad es organizada por toda la comunidad y se trata de que alguien se roba al niño del pesebre y todos unidos, se organizan para buscarlo y devolverlo al nacimiento.Luego de ello, le rezan, cantan romances y décimas al compás de violines y cuatros, bajo un espíritu de total compartir con todos los asistentes, a quienes se les reparte comida: Hallacas, asado, cochino, bebidas autóctonas y espirituosas.
Martin Amado Martinez M

4 comentarios:

Anónimo dijo...

altamira de caceres es el mejor pueblo que tiene toda venezuela es un lugar hermoso donde un puede descansar y relajarse no hay nada como Altamira de Caceres de verdad que es lo maximo nada se compara con la tranquilidad que hay y los rios y pozos son una cosa impresionante quien va de visita no quiere regresar y mas si se va con buena compañia

Anónimo dijo...

ALTAMIRA DE CACERES LOS AMIGOS DE LA GAITA SIEMPRE TE CANTA EN TUS FERIAS DECEMBRINAS Y ESTE AÑO NO PODEMOS FALTAR GRACIAS AL ABOGADO MARTIN EL PUEBLO PUEDE DISFRUTAR DE LAS GAITAS MARACUCHAS Y NOSOTROS LOS GAITEROS INVITADOS LAS BELLEZAS DEL PUEBLO

Anónimo dijo...

fredy gonzalez
sin duda alguna para quienes conocen altamira de caceres este bello pueblo enclavado en el pie de monte barines donde comienzan los andes y se divisa la llanura ubicada entre 1000 y 2000 mts sobre el nivel del mar para los turistas un encanto el trato amable de su gente sus paisajes sus rios sus pajaros sus cafetales sitio acojedor para pasar semanos de reelax asi que los invito a altamira de caceres el corazon de las altamireñas y altamireños los espera

Anónimo dijo...

Altamira, quien te mira
en este estribo del cielo
seguro que siente anhelo
de saber por qué suspira.

Y es que al mirarte posada
en el Tabor donde moras
siente que se van las horas,
y la vida, tan calladas.

Por eso, llegar a ti,
es el anhelo feliz
de quien te mira al pasar...

Y no sabe que al llegar
ya no podrá descansar
de la dicha de vivir.

Jose Valerio Vázquez
(Barinitas, 1930-Mérida, 2008)